Autopista nigeriana
Me despido del joven de seguridad, Godswill,que traducido al castellano significa “voluntad de dios”.
Hasta el momento los nigerianos que había conocido estaban siendo gente muy atenta y en comparación con el resto de países africanos, gente con un nivel cultural mucho más alto.
De vuelta sobre el sillín me encontraba con una colina tras otra.Despues de tan solo 12 Km. notaba las piernas cargadas.
En el arcén de la carretera pude ver unos casquillos de bala, y me preparo ante el inminente encuentro con la temida autopista.
Llego a una gran rotonda donde unos policías paran a unos coches mientras a mi me saludan, y casi sin darme cuenta estaba ya subiendo una cuesta compartiendo un cachito del trozo de asfalto de “mi primera autopista en África”…
Sin arcén alguno, cada vez que me adelantaba un tráiler o un coche cerraba los ojos y apretaba los dientes pensando: “por favor que no me pille, por favor que no me pille”
El retrovisor estaba siendo mi mejor aliado, y siempre que veía como por los dos carriles venían dos coches a toda velocidad, y obviamente que no queda sitio para mí, saltaba a la cuneta frenado por la no tan verde vegetación. En muy poco tiempo repetí la misma operación varias veces.
Noté detrás de mí el ruido de una moto que circulaba a la misma velocidad que yo, y como el hombre de la moto que me sigue no tiene intención de adelantarme. Desconfío. Intento bajar el ritmo y le indico que me adelante, pero el sigue detrás.
Aprovecho una bajada para coger velocidad y dejarlo atrás, pero veo como acelera y sigue pegado a mi rueda.
Me giro y un poco nervioso le sonrío y le saludo.
No me gusta su mirada, y me pregunta qué a dónde voy. Le respondo que allí adelante.
– Where you go? Where you go?
No quiero decirle a donde voy y justo cuando empezaba a preocuparme paso por una explanada donde paran los camiones para arreglar los neumáticos rotos…
Me paro junto a un grupo de hombres y me pongo a beber agua, hasta que veo como el hombre,después de parar y mirar hacia mi, sigue de largo.
No me ha dado buena sensación y tengo que tener en cuenta que estoy en un transitado cruce de carreteras que une dos de las ciudades más grandes de Nigeria.
Repito: Nigeria.
Sigo por la autopista y mi instinto me dice que debo tener mucho cuidado, no solo por el trafico, que hasta ahora esta siendo la parte mas peligrosa del viaje, sino por evitar un encuentro con gente capaz de arruinarte el viaje.
Al pasar Shagamu decido parar a desayunar un plato de arroz bien aceitoso y picante. La elección es perfecta, la comida me repite a lo largo de todo el día.
Quizás así mantengo alejado a “los malos”.
La mujer sirve la comida bajo una lona que se sujeta con cuatro palos al nivel de la autopista. Se escucha el estridente ruido de los coches que pasan excesivamente acelerados y las bocinas de los trailer que avisan de su llegada.
Me pregunto que hago aquí, y tengo en cuenta que un imprevisto en el viaje por un estúpido accidente sería la peor manera por la que arrepentirse de haber hecho algo.
Medito la posibilidad de coger un coche y avanzar hasta el pueblo de Ore, a 120 Km. de distancia, donde según tengo entendido la autopista es nueva y no solo hay menos tráfico, sino que existe un perfecto arcén por el que podré circular tranquilamente.
Un grupo de hombres se acerca hacia mi bicicleta y observan el mapa. Justo detrás de ellos en la autopista veo como un coche se incorpora sin mirar.
Una furgoneta cargada de gente viene por el carril lento a toda velocidad.
De repente se oye el estridente ruido del frenazo. El olor a quemado de la goma sobre el asfalto, y el ruido metálico del impacto de la furgoneta contra el coche, que sale disparado por la mediana al otro sentido de la autopista. Un tráiler viene pitando a lo lejos y consigue esquivar a la furgoneta, de donde baja la gente lamentándose y gritando al conductor del otro coche.
Mejor me busco un coche para que me lleve a Ore.
Los hombres que observaban el mapa que llevo en la bicicleta me preguntan:
– ¿De dónde eres?
– Soy de Madrid, y vengo desde España en Bicicleta.
– ¿Con esta bicicleta?
Mientras un hombre comprueba que tengo las ruedas hinchadas.
– ¿Como haces cuando hay mar?
– Cojo un barco.
– Y tu gobierno te paga. ¿No?
– Que va, es personal, nadie me paga nada.
– ¡Ah! ¿Estás haciendo un experimento?
– ¡No, no!, Es un viaje en bicicleta. Turismo.
– ¡Ah! ¿Un safari?
Los hombres resultan ser muy agradables y atentos, y en todo momento se preocupan y me dan consejos de como llegar a Ore…
“Esta carretera es muy peligrosa. No te preocupes que te ayudamos a buscar un coche seguro con el que llegar”
Los coches no paran. Richard intenta hacerme creer que es un policía secreta, aunque más tarde me confiesa que es un reverendo.
Finalmente una ranchera se para y acepta llevarme a Ore. Esperamos a que lleguen más pasajeros y cuando parece que ya no queda sitio ni para un mosquito en la ranchera, arrancamos. Empieza la aventura.
Antes de irme Richard apunta la matricula del coche y me dice que por favor le avise cuando llegue a Ore. Que hasta entonces estará preocupado,
Da la sensación que el conductor esta conduciendo en un videojuego, y no en la vida real.
Esta en la primera pantalla del juego, en el nivel más fácil.
Nivel I
Esquiva un agujero. Volantazo a la derecha. Volantazo a la izquierda.
Esquiva a un camión, adelante por la derecha, pega otro volantazo para esquivar otro agujero.
Otro coche que circula a la misma velocidad que nosotros (a 130 Km/h), tiene los mismos puntos que nosotros.
Se van adelantando.
Llegamos a un control de policía y paran a nuestro conductor.
No tiene carné de conducir.
La policía le indica que se baje del coche mientras otro policía ocupa su lugar y avanza el coche unos 100metros.
Yo no me entero de nada pero los demás pasajeros parecen no alarmarse. Todo es normal.
Al final nuestro conductor vuelve enfadado gritando algunas palabras que no llego a entender.
¡¡A la policía en Nigeria les encanta el dinero!!
Y así pasamos de pantalla a un nivel más avanzado.
Nivel II
Sigue conduciendo como un temerario y al comenzar un repecho se puede ver como el tráfico es lento.
Por un hueco en la mediana decide conducir en sentido contrario por la autopista. No es el único ya que justo antes de nosotros una furgoneta ha hecho lo mismo.
Ya en dirección contraria por la autopista veo como los coches de frente vienen a gran velocidad dando “la larga” y pitando.
Desde luego vamos más rápido que por nuestro sentido, donde los coches parecen avanzar muy lentamente.
Entonces se pone a llover y la visibilidad se reduce mucho.
Al chico que esta sentado a mi lado, el cual tiene el manillar de mi bicicleta molestándole la cabeza, le pregunto anonadado que qué pasa, si es normal ir en dirección contraria por la autopista.
Me mira y hace un gesto como si no me entendiera, como si fuera todo normal.
Pasamos así a la última pantalla del videojuego.
El embotellamiento había sido por la colisión de dos camiones que ahora están empotrados y volcados fuera de la carretera.
Nivel III
Parece que el tráfico ahora es mas fluido al otro lado de la autopista, en la que tendría que ser nuestra dirección, pero nuestro conductor y la furgoneta de adelante piensan que mejor seguir en dirección contraria.
Nuestro conductor decide que aprovechando que justo ahora no vienen muchos coches de frente, mejor adelantar a la furgoneta que teníamos delante, y así, adelantando en dirección contraria por la autopista, tardamos poco en incorporarnos de nuevo a nuestros carriles de la autopista, donde algunos coches en la otra dirección parecen hacer lo mismo que nuestro conductor.
Finalmente, sano y salvo, llego a Ore, donde la autopista ahora parece estar en perfecto estado y parece un sueño pedalear por ella.
Ahora solo quedaba buscar un lugar donde pasar la noche.
8 thoughts on “Autopista nigeriana”
Kabir cuidate y siempre piensa con el cabolo
Nada de arrepentirse. Sigue adelante y mucho ánimo! Los accidentes te pueden pasar en España también.
Suerte para los que te queremos que leemos esto cuando ya lo has pasado!!!
es muy fuerte…la realidad supera a la ficción absolutamente! Bicicleting…que estrellita tienes ..
Muy bueno el post.. sin duda mejor que cualquier videojuego….
🙂
Javi aparte de que me he acojonado con la autopista también me ha hecho reir tu descripción del videojuego. Te acordabas incluso de los volantazos uno a la derecha otro a la izquierda jajajaj. uffffff vaya acojoneeeee
Cuidate muchoo amigo
Eres un máquina Kabir, ten cuidadín tio y mucho animo, dale duro y cuidate mucho!!! Un abrazo tio
vaya historia
queremos más!!No nos puedes dejar así!!!jejeje…un abrazo makina!
Ja, ja! Y pensar que yo me pasé al cicloturismo por experiencias como esa con el transporte público en África!! Y espérate que no has llegado a Onitsa! Y menos mal que no vas hacia el norte!