Vuelta a la bici. Vuelta al campo

Vuelta a la bici. Vuelta al campo

Nunca  imaginaría que acabaría estando agradecido a los incompetentes de aduanas en la India, ya que al tener que esperar por la nueva bicicleta que Orbea me ha dado para que pueda continuar, haya convertido mi estancia de más de un mes  en esta ciudad en los mejores días del viaje.

Gente increíble en una ciudad increíble, que sin duda hará de los próximos días las etapas mas difíciles del viaje.

Ahora mal acostumbrado a estar siempre con gente, rodeado de amigos y de facilidades, tomando gazpacho, agua fría y un ventilador que me refresque por las noches, costará adaptarse a justo todo lo contrario.

A la vez ilusionado al tan solo pensar en la cantidad de lugares que me quedan por recorrer y gente que me queda por conocer, pero también asustado por las altas temperaturas que preceden el monzón, y sobre todo, la forma maníaca de conducir en la India. Mejor pensar en todo esto como  un reto  que luego ayudará a disfrutar todavía más y harán los momentos más dulces.

No he fijado mi siguiente destino, seguramente porque tengo la mente puesta en miles de kilómetros, en el Himalaya, donde volveré a disfrutar del aire fresco, cielos estrellados y ríos limpios donde lavarse, pero hasta que llegue allí me quedan miles de kilómetros y un país que atravesar tan fascinante como la India. Y es la India rural la que quiero, fuera del mundo de hormigón, asfalto, ratas, cucarachas, miseria y olor a cloaca de las ciudades.

Y por fin, pongo rumbo de nuevo.

Con el cantar de los cuervos y las ventanas abiertas de par en par para hacer  algo más soportable el calor, me levanto pronto, de madrugada, con la almohada empapada en sudor .

Lo primero que hago es mirar a la bicicleta que con las alforjas montadas está apoyada a los pies de la cama. Me recorre el cuerpo una sensación de miedo y pena por dejar increíbles momentos atrás.

Luego el ritual que desde hace meses no hacía: Crema solar, estirar y poner el cuenta kilómetros a cero.

Antes de que saliera el sol, aunque con luz en el cielo, recorro las calles de Calcuta todavía casi vacías pero con sus aceras llenas de  familias que todavía siguen durmiendo  sobre cartones.

Cruzo el puente de acero  Howrah que atraviesa el rio Hoogly sin más direcciones que guiándome hacia el oeste, justo donde empieza a alumbrar el sol. Luego enciendo el GPS y sin darme cuenta ya estaba fuera de Calcuta.

Entonces el amarillo artificial de la ciudad…

…es sustituido por el amarillo natural de los campos de arroz…

… atrás también dejo el ruido caótico de coches,buses, rickshaws y camiones,  y ahora comparto la carretera con dioses …

Es la verdadera India. La India rural, donde la mayoría de sus habitantes siguen ganándose la vida de la manera más sencilla. Trabajando el campo.

Ajenos a la globalización, millones de personas trabajan su pedazo de tierra, que es lo que les da de comer…

Es el día a día lo que rige sus vidas de una manera más humana que la vida ratonera de las ciudades.

A medida que dejo Calcuta para adentrarme en el interior, de camino al estado de Jharkand, la temperatura va en ascenso y llega a superar los 40 grados. El aire seco corta la piel.

El cielo está quemado por la luz del sol, y los campos sin vegetación. Son muchos los meses sin ver llover.

Es la época que precede a las lluvias, con temperaturas extremas en la que poco a poco aumentará la humedad y haga que estalle definitivamente el deseado monzón.

El agua escasea y es cuando falta cuando te das cuenta de su importancia. Los arrozales no son más que tierra y polvo.

Tras varios meses de época seca el agua ya no fluye por los ríos, que ahora se han convertido en secarrales, y son los pozos de las aldeas de donde mana la vida…

Veo pobreza pero no miseria. Una vida más humana, más sencilla y más feliz.

La gente mucho más amable y sonriente.

Pero hay cosas que son lo mismo, ya sea campo o ciudad…

23 thoughts on “Vuelta a la bici. Vuelta al campo

  1. Me encantó el post. Gracias por trasladarme a la India aun que fuese sólo por algunos minutos.

    Un abrazo

  2. namaste! que bueno! gracias por escribir, por trasmitir tus momentos y convertirlos en palabras.
    mucho animo en esta nueva etapa 🙂 siempre cuesta dejar atras a personas y luegares especiales pero sabes que tienes un mundo maravilloso en frente de ti! Animo y fuerza!!!
    Laura

  3. Bueno, otra vez encima de la bici, por lo que leo, deseandolo. Se feliz y cuidate. Sigue asi

  4. Muy bien escrito, muy natural. Describe parte de India de forma excelente. Un pais que odias o amas. Las fotos son increibles. Un saludo Kabir y sigue disfrutando de ese maravilloso viaje

  5. ya era hora !!! ale macho, a ponerte las pilar y a pedalear.
    No se si te habrás dado cuenta de que tu bienestar es inversamente proporcional al interés que despierta la aventura de tu vida en nosotros.
    Por otra parte no me importaría que nos contartas a qué saben las birras por allí…ni cómo se lo montan en las fiestas…(no la de los colores, que estaba bastabte bien, en las fiestas semanales o como se lom monten…
    salu2

  6. Por fin!gracias x dejarnos viajar a todos contigo, aunq sabe a poco, esperando el próximo post de nuevo…
    Buenísimo!!y la foto del pozo increíble!
    Lo q daría por ese chai…
    “La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar”
    Los mejores dias seguro que estan por llegar
    Mucho animo

  7. Te lo digo porque a mi también me da por perderme con la bicicleta, pero de Europa no he salido, por pasta y por tiempo… A ver si paras por Budapest, que es donde vivo, si es que sigo aquí para cuando llegues en un año o dos!! :-))

  8. Javi tio me emociono con tu historia. gracias de nuevo y desde aqui toda la fuerza del mundo y arriba el animo y piensa que nunca iras solo, porque desde aqui hay un compañero de viaje que piensa en ti. gracias de nuevo
    un abrazo desde lanzarote
    ah decirte que este año me voy a africa, hago Uganda, Tanzania, zamzibar y Madagascar, te apuntas? jajaaja

  9. ostia tronko!!, ya se te hechaba de menos. Gracias por volver a ponernos los dientes largos. Un fuerte abrazo. que peazzzzzo de fotos!!

  10. Me encanta, ya lo sabes…
    Eres un errante y aunque Calcutta te haya atrapado, el errante necesita el movimiento para seguir viviendo

  11. Que ganas teniamos de volver a verte y saber de tus azañas, tengo muchas ganas de que llegues al himalaya, un abrazo

  12. De nuevo Felicidades. Cada día te superas en tus fotos y en tus escritos. Van directo de tu corazón a nuestros corazones. Me ayudas a creer en las personas. Por eso muchas gracias. Anímo y adelante. Un abrazo

  13. Interesantes contrapuntos, entre campo y ciudad, entre las cosas más pequeñas, pero grandes a la vez.
    Buenas fotografías, como siempre.
    Feliz vuelta a la andadura.
    Saludos.

  14. Aunque es la primera vez que escribo, te sigo desde hace mucho tiempo.
    Ya tenía ganas de que te movieras. Tus fotos son increibles, como siempre.
    Unbrazomufuerte

  15. Gracias por ser ese ‘oasis’ en nuestro día a día. Me ayudas a valorar otras cosas más importantes. Ánimo!
    Un abrazo.

  16. one of your best post… amazing.. you have painted rural and real India in your own way and i got to know the best part of my country..Thank u.

  17. muy bonito!lleno de sentimientos, tal cual lo cuentas, tal cual se vive…pedalea!que te espero en el Himalaya!

  18. Como ya te dije, aún quedan muchos mejores días por vivir. Ánimo en esta nueva etapa!! De lo pequeño a lo inmenso : )

  19. ¡Qué bien que estés otra vez en ruta! Se nos ha hecho largo este tiempo sin nuevas aventuras que leer y compartir contigo. Mucho ánimo al retomar el viaje aunque deduzco por tu post que, una vez en la bici, ya le has cogido el gusto otra vez. Bss

  20. ¡Suerte en tu nueva ruta! La foto de las recolectoras de arroz es de un colorido impresionante.Cuídate.

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