Por el valle Kinnaur. Tocar y volver
La última vez en mucho tiempo que pude disfrutar de una puesta de sol en el horizonte…
A partir de ahora el sol se esconderá tras las montañas mientras subo por los valles hasta llegar de nuevo a la meseta tibetana. Será por el valle Kinnaur, en la antigua carretera hindo-tibetana construida por los británicos.
Uno de los tres pasos más importante entre el Tíbet y el subcontinente indio.
Me cuesta creer que no muy lejos de aquí y no mucho tiempo atrás el calor asfixiante no me dejaba descansar. Al hacer el mínimo esfuerzo el sudor empapaba todo mi cuerpo, dejando el cuadro de la bicicleta blanco del sudor seco que chorreaba sin parar por mi barbilla.
Ahora el clima es fresco y he podido sacar del fondo de mis alforjas la ropa de invierno, que llevaba cargando desde hace 6 meses y que hasta ahora no había podido usar.
Me he vuelto a encontrar con el Himalaya, ese gigante accidente geográfico que desde muy pequeño me hipnotizaba cuando lo encontraba en los mapas. Esa gran barrera que hace que su su norte se haya convertido en desierto y el sur cubierto de valles y tierras fértiles.
La naturaleza en su estado más puro y agresivo, con sus enormes montañas y sus glaciares donde nacen grandes ríos que al bajar por los valles erosionan, casi tanto como el hombre, todo lo que se encuentran a su paso…
Las carreteras de montaña serpentean por laderas con pendientes casi en vertical…
… o en vertical…
Pero no solo cambia el terreno.
A medida que voy subiendo veo que los rasgos de la gente cambian tanto como las vistas que el paisaje me regala.
…
Y cuando la cosa se ponía mas interesante, por no tener pasaporte me deniegan el permiso necesario para continuar hacia el valle Spiti, en zona restringida por encontrarse en la frontera con el Tíbet. La historia del pasaporte la contaré mas adelante.
Ahora toca deshacer el camino, en autobús por supuesto, e intentar llegar al otro lado del valle Kinnaur ya fuera de la zona restringida, y continuar mi camino hacia Ladakh.
8 thoughts on “Por el valle Kinnaur. Tocar y volver”
Naturaleza en su estado puro, si, aunque retocada por sus gentes. Esas caras que nos muestras: lo mejor.
Un abrazo, y ánimos para tu ruta.
que fotos! estoy superenganchado a tu blog, un dia te escuche en ser aventureros, y de eso ya hace, te sigo siempre que subes algo, me fascina tu aventura. suerte y gracias por conpartirlo con todos nosotros
¡Que serios estan! Pero supongo que son un fiel retrato de su persona. Cuidate, ánimo y adelante.
Mucho ánimo ídolo!
lo del pasaporte tiene facil arreglo, vas a un fotomatón, y a una oficina de la poli y ya está…¿me equivoco?…
Jooo errrrr, llegar hasta ayí y acabar así…suerte javi !!
Vaya carreterita. Me alegra ver que nada te impide seguir el camino. Un beso y mucho ánimo
Bello paisaje el del principio..
Vamos Kabiky mucho animo con esos puertos….jajaja…vaya fiera que estas hecho!! un fuerte abrazo hermano.