Después de la tormenta viene la calma
Una vez cruzado el río Níger…
… entraba en la que fuera conocida como la república de Biafra, una palabra que hoy en día evoca la hambruna que sufrió la población de esta región africana y la falta de reacción y la profunda “deshumanización” del llamado primer mundo en aquel momento. La situación hoy habla por si sola porque el primer mundo puede dejar que cientos o miles de personas mueran por falta de comida o por falta de vacunas o medicamentos, pero la realidad cambia y se pone en guardia porque el virus del Ébola les puede afectar y se puede propagar en sus territorios.
Después de haber sufrido dos intensos días donde en más de una ocasión me vi en ambientes comprometidos y difíciles, ahora llevaba un día sin sufrir ningún altercado.
Me encontraba con la “gente normal” de Nigeria y la sentía amable y atenta…
Tan solo en una ocasión un hombre salió corriendo detrás de mí mientras gritaba: ¡ Boko Haram! ¡Boko Haram!
El asunto se me hacia pesado y me resultaba muy enojoso y lo único que hice fue darme la vuelta para hacerle el gesto de que estaba loco.
Aun así, aunque no me encontrara con mayores problemas al llegar a una parroquia para pedir cobijo, me encontré con con una iglesia atestada de gente.Estaba tan llena que había gente rezando fuera.Al verme llegar un joven salió corriendo asustado y a otro se le cortó la respiración pensando que esa bicicleta iba a explotar en cualquier instante.Fue un momento de mucha tensión pero que conseguí solucionar gracias a la carta del obispo.
Pude sin problemas esa noche dormir en un lugar seguro…
Continué mi camino dirección al río Cross, el río que da nombre al ultimo estado antes de cruzar a Camerún.
No estaba acostumbrado a tanta tranquilidad y quietud. De repente me pareció que estaba en un país normal. La gente me saludaba sonriendo, e incluso me invitaron a algún refresco, y una extraña invitación por parte de un hombre de ir a ducharme con el.
Decidí abandonar el asfalto para transitar caminos de tierra…
…y atravesar una zona frondosa que me llevaba a un pueblo a la orilla del río en el que esperaba encontrar a algún pescador que me llevase en su barca para cruzar el río.
En un cruce me paré a llenar mi botella de agua y fue en ese momento que se me aparecieron dos policías que me obligaron a abandonar la zona y me pidieron que les siguiese hasta su comisaría.
– Esta es una zona muy peligrosa. La gente de estos pueblos se está matando por unos trozos de tierra. No tienen educación, son unos salvajes.
Una vez que llegamos al cuartelillo me explican que estoy en una “zona de crisis” y que no puedo continuar ya que ni la policía se atreve, a día de hoy, a patrullar por esos caminos.
El capitán me da la impresión, o él quiere darla, que está irritado, me quiere dar “la charla” pero tiene mucha prisa y me dice que tiene una reunión con el comandante de la región, y que llega tarde.
– No puedes volver hacia atrás. Es muy peligroso.
– Te vamos a llevar nosotros y te dejamos en una zona más tranquila.
Pide dos hombres armados y una pistola que inmediatamente después de cargarla se pone a la cintura.
Subo la bicicleta en la parte de atrás del coche …
…y me siento en el asiento trasero, entre dos policías, van armados con fusiles de asalto AK-47 (los famosos kalashnikov) que no entran en la cabina y las bocachas de los fusiles se asoman por las ventanillas.
Durante el trayecto el capitán no dejaba de hablar.
– No sé si será bueno el poder que le han dado a los vigilantes-, dice al pasar por un control de estos grupos paramilitares que controlan las zonas rurales.
Sigue hablando con el conductor y se da la vuelta para decirme.
-Ahora cuando vuelvas a España tienes que decirle a tu gente lo seguro que es este país.Por lo que tengo entendido todo el mundo piensa que es un país muy peligroso.
No se preocupe que lo haré- digo con la boca pequeña.
Ahora el capitán se pone al teléfono con el comandante con el que se va a reunir y le habla de mi.
-El comandante quiere conocerte.
Después de haber conocido a todos los jefes de policía de la región, continué mi camino por una carretera atestada, y percibo con agrado que ahora la gente no me ve como un terrorista. ¡Que gozada!.
Sólo en una ocasión, al parar en un pueblo, un borracho se acercó a importunarme, pero poco tardaron los aldeanos en sacarlo de mi lado, lo amenazaron con darle de palos si no se alejaba de mí.
– ¡¡Un turista que vemos y el gilipollas este viene a molestarlo!!- dice un hombre mayor mientras me pide perdón por las molestias.
Así sin darme cuenta parecía que estaba en un lugar normal, donde el color de mi piel no se asociaba con un peligroso terrorista.
Afortunadamente llegué sano y salvo a río Cross…
…y al cruzarlo me encontré por fin en el estado que recibía su nombre del río:”Cross river state”
Me podían las ganas de llegar cuanto antes a Calabar. Sería mi punto de partida hacia mi siguiente país:Camerún
Sentía una enorme satisfacción al recorrer mis últimos kilómetros.Había llegado a ese punto que cuando observaba el mapa desde Benin veía tan lejos y casi imposible.
Era como las muelas de juicio. Cuanto antes te las quitas de en medio, mejor.
Pero si pensaba que Nigeria se había acabado estaba muy equivocado.Me quedaba la parte más dura por pasar.Una larga e interminable espera.
Las fronteras estaban cerradas con la intención de contener el brote del ébola.
De eso hace un mes y estas letras las escribo todavía desde Calabar.
13 thoughts on “Después de la tormenta viene la calma”
Mucho ánimo. Seguro que ya te conoces a medio Calabar, pero por si acaso, en el centro de drills solía haber veterinarios extranjeros, y más de una vez de la tierra…
Repelús siento sólo de leerte !!! Y hablaríais de fútbol : Ronaldo, Messi … En fin , que la suerte te acompañe !!! Cuídate
Mucho animo valiente. Te leo y te escucho en la SER. Cuidadin
con toda, ánimo y bravura para seguir adelante, cuidado y mucha suerte
Olé con ole hermanito!
Ese mes lo recordarás siempre como algo especial aunque ahora te parezca chunguete.
Seguro que lo sabes.
Estás protegido por algún ángel seguro, pero un ojo siempre atrás.
Voy contigo,
Dani (yomelargo.com)
En peores te has visto y a ti no te para nada!! mucho animo campeon!
Tienes valor Javier, eso es indudable, te deseo toda la suerte del mundo porque lo que es evidente es que tienes cosas para escribir un libro entero.
Un Abrazo Amigo 🙂 .
Sigo tus aventuras. Nigeria es dura.
¡Ánimo!.
Que es la carta del obispo ?
Hola Martin,
Aquí explico lo de la carta del obispo…https://bicicleting.com/y-al-terrorista-se-le-aparecio-el-obispo/
menos mal que lo leo a toro pasado y que sé que ya estás mucho mejor!
un abrazo !
Aun no he leído nada, acabo de escuchar tu viaje por la cadena SER. Desde MENORCA te deseo mucha suerte y dale pedal. Te seguiré desde ahora. Espero que leas este comentario.
Muchas gracias desde Malawi!