Caminando por los Himalayas
Dejé la bicicleta en Kathmandu para perderme varias semanas por el Himalaya. Necesitaba unas vacaciones sin ella, su sillín y su pesada carga.
En el circuito de los Annapurnas me he encontrado con gran variedad de paisajes cada cual mas espectacular.
Bosques tropicales, nieblas y densos bosques…
… paisajes alpinos…
…tundra…
…ártico…
…desértico…
…lagos…
…pueblos tibetanos…
En cada vuelta, en cada valle, el paisaje cambiaba…
A veces daba la sensación de estar por encima de las nubes…
…mientras caminábamos por estrechos senderos, cargados de adrenalina…
El primer día del trekking nos juntamos 3 americanos, un escocés y yo, con los que he compartido momentos increíbles y harán que la vuelta a la bicicleta sea más dura todavía, aunque ya me muero de ganas de encontrarme de nuevo acampando no muy lejos del asfalto, ducharme en los ríos y escuchar tan sólo el ruido de las cubiertas sobre el asfalto.
Tras dar la vuelta a los Annapurnas, me dirigí hacia el campamento base del Annapurna, todos los días bajo una densa niebla ocultando las montañas e incluso los árboles por los que transcurría el camino…
Llegando al campamento base, a más de 4000 metros de altura, rodeados por la niebla, se puso a nevar durante horas, cubriendo el paisaje de blanco igualando las nubes con el suelo.
– ¡Ojalá por la mañana despeje!
Al abrir los ojos al alba la niebla seguía ahí, frustrando mis deseos de ver las cimas con todo el paisaje nevado. Sabía que trás las nubes se escondía el Annapurna I (8092m), Machapuchare, y muchas cimas más.
Finalmente el cielo se abrió, apareciendo primero Annapurna Sur con la luna al fondo…
, Machapuchare tras el valle por el que subían las nubes…
…y mirase a donde mirase, las vistas eran tan increíbles que parecía encontrarme en un cuadro…
Yo, turista del primer mundo, cargado con tan sólo 15 Kg sobre mis espaldas, termino cuando quiero para volver a la civilización, sus comodidades, la oportunidad de elegir, mientras que en los senderos del Himalaya, seguirán toda la vida con grandes cargas sobre sus espaldas, los porteadores, una casta baja condenada a vivir como mulas el resto de sus días…
Explícales a ellos la crísis que tanto pánico provoca en los países ricos.