Hoy en día 43 millones de personas lo han perdido todo.
Tuvieron que dejar sus tierras por culpa de conflictos armados que azotaban sus hogares.
Desde mi primer viaje a África, he conocido de primera mano la historia de algunos de esos refugiados de Afganistán, Liberia, Sierra Leona, Zimbabwe, Burundi, R.D.Congo, Somalia, Sudan y Palestina.
Hace 7 años mientras viajaba por Guinea Conakry, conocí a Dulley y su familia. Eran refugiados de Liberia y vivían en un campo de refugiados junto a otras miles de familias.
Los rebeldes mataron a su familia delante suya, y ella huyo a Guinea, donde soldados de este país la encerraron durante una semana y fue violada por varios militares en reiteradas ocasiones.
Allí conoció a un hombre con una historia parecida, y con él tuvo una hija, pero en 2003 los militares que supuestamente estaban allí para protegerles los asesinaron.
Sin familia y sin tierra Dulley tuvo que empezar una nueva vida.
Nos invitó al campo de refugiados donde vivía, y allí pude conocer a su familia, la cual, su hija de 5 años fue violada por un miembro de la comisión de las naciones unidas para los refugiados hace tan solo unos meses.
Su historia y la de tantas otras personas cambiaron mi vida.
La gente se me acercaba a contarme sus historias con la esperanza de que yo pudiera hacer algo, con la ilusión de que su vida pudiera cambiar.
Desgraciadamente, por mucho que uno quiera esa gente esta condenada a vivir así, mientras unos pocos siguen esforzándose en ser más poderosos que los demás.
Tuvieron la mala suerte de vivir en una tierra rica, llena de diamantes, lo mismo que en el Congo, o Irak con su petróleo.
Este es mi pequeño homenaje a esa gente, de la que nunca me he olvidado ni me olvidaré. Sus nombres e historias quedarán siempre grabadas en mi me memoria.
Donde más sufrí fue en el 2008, en la guerra del Congo, donde se libraban enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes del CNDP (Congreso Nacional por la Defensa del Pueblo) en sus siglas en francés, y el gobierno de Kinshasa. Cientos de miles de personas huyeron de sus aldeas y montaban campos de refugiados tan grandes que mi vista no alcanzaba a ver más que tejados de plástico. (Para leer la historia que escribí en su día pincha AQUI)
Este grupo rebelde liderado por el general Laurent Nkunda estaba respaldado por Ruanda, que a la vez estaba respaldado por EE.UU. ¿El motivo? seguramente los recientes contratos que Kinsasha había firmado con China, y que le confiaba muchos de los recursos a este país, incluido el preciado Coltan que tantos de nosotros usamos en nuestros móviles, consolas y ordenadores.
La historia de Palestina seguramente sea la más triste, ya que desde comienzos del siglo XX se perpetúa sin que se vea un atisbo de solución justa, y es porque un grupo de iluminados piensa que un trozo de tierra les pertenece porque allí vivieron hace más de 2000 años según un pasaje del Antiguo Testamento.
Hoy en día es el grupo de refugiados más numeroso, y no esta muy claro su futuro, gracias al apoyo de muchas naciones occidentales (entre otros el de nuestro gobierno) a ese régimen racista y opresor que en muchas ocasiones no duda en asesinar. Ese estado se llama Israel.
20 de junio,Día Mundial del Refugiado