Si se cierra un camino… ¡entonces se va por otro!
Con tristeza leo en las noticias que los pamires en Tayikistán están cerrados.
Son escasas las noticias pero después de producirse enfrentamientos entre el ejercito tayiko y la población oprimida de la región de los pamires, el gobierno ha decidido cerrarlo a los extranjeros, ya que al igual que otros muchos lugares del planeta, lo primero a evitar es que se conozcan fuera las atrocidades que se cometen y así seguir actuando impunemente, y nada mejor que no tener testigos, que puedan dar a conocer al mundo lo que allí está sucediendo.Y así el gobierno tayiko no concede mas permisos para visitar la región de los pamires.
Muchos de vosotros os preguntareis: ¿Qué son los Pamires? ¿Dónde están?
Los pamires es una región montañosa que aunque pueda parecer una continuación del Himalaya, no pertenece a esta. Se encuentra justo al norte, en Tayikistán, y fuera de la gran cordillera del Himalaya es donde se encuentran las montañas más altas del mundo.
Y seguramente muchos os preguntaréis: ¿Dónde esta Tayikistán?
Tayikistán es un pequeño país que hasta hace no mucho perteneció a la URSS, y hace mucho más, siglos atrás, por él transitaron algunas de las rutas de la seda más importantes, en su camino desde China hacia el oeste.
Y para que finalmente lo podáis situar en el mapa, nada mejor que decir que esta al norte de Afganistán, mucho más conocido por todos nosotros.
Teníamos planeado pedalear por esta preciosa y remota región, que al encontrarse en altura es una de las regiones mas frías de toda Asia, donde en invierno las temperaturas llegan a alcanzar los -60ºC.
Como no sabíamos cuando iban a levantar la prohibición decidimos cambiar el rumbo para calmar las ganas de montaña y nos dirigimos hacia el norte de Kyrgyzstan, donde nos encontrábamos, para atravesar todas sus cordilleras de sur a norte, por carreteras secundarias, pues veníamos con ganas de guerra, de sufrimiento y de despedirnos de las montañas por un tiempo.
Y como guerra queríamos, guerra nos encontramos…
…pero que más da, si mires a donde mires el paisaje te hace olvidar lo duro que es todo…
Puertos…
.. más puertos…
…más puertos…
…y con ellos llegaban los cambios de estaciones.
El fin del verano traía la temporada seca, las cosechas,…
…y a medida que nos acercábamos al norte, casi sin darnos cuenta, ya estaba aquí el otoño acompañado del frío …
…con multitud de colores…
…aunque no tan vivos como hacía tan solo unas semanas atrás…
Cuanto más subíamos hacia el norte, el otoño desaparecía para dar paso al invierno que nos ofreció las primeras nevadas del año…
…que nos obligaron a empujar las bicis por caminos cubiertos de nieve…
… y sobre esa nieve podíamos distinguir marcas que bien podrían ser de algún felino, o de lobos.
Y para compensar el esfuerzo la naturaleza nos agasajó con espléndidos paisajes. Más duro es el camino, más dulce su destino, y por muy raro que suene, es de las pocas veces que me ha costado más bajar un puerto, que subirlo…
Estuvimos dos semanas por caminos de tierra en nuestro empeño de llegar al lago Song Kol, y cuando llegamos, a más de tres mil metros de altura, la luz se desvanecíó por completo en cuanto se puso el sol y dejándonos inmersos en la más absoluta oscuridad, y la temperatura llegó a los -20ºC…
Agotados, oliendo a rayos y con ganas de descansar, llegamos a la capital de Kyrgyzstan, Bishkek, posiblemente la ciudad con los habitantes más antipáticos de todo el mundo, pero allí recibimos con alegría la buena noticia de que habían levantado la prohibición de transitar por los pamires y que podríamos visitarlos.
Era casi noviembre, las temperaturas allí serán extremas, posiblemente nos encontremos con ventiscas, pero nada mejor que recorrerlos en invierno para así despedirse como es debido de la alta montaña. Se lo merece.
Para allí vamos.
¿Te animas?