Nairobi
Me encontré esa estampa tan típica de las películas donde al atardecer tras una acacia o un baobab se pone ese majestuoso y rojo sol en el horizonte…
Grandes y áridas llanuras donde con el paso de los días las sombras eran escasas y a la hora de la siesta no podía dejar escapar cualquier oportunidad…
…y los pocos arboles que había servían para colgar la bolsa de agua y regalarme una ducha a la hora de acampar…
En lugares diferentes pero siempre bajo el mismo techo…
Me adentraba en tierra de los Masaai y éstos aparecían de vez en cuando junto a su ganado…
Días más tarde me volví a encontrar con Charly Sinewan a los pies del Kilimanjaro y desde allí haríamos nuestro ultimo día juntos hasta la frontera con Kenya, donde nos tocaría despedirnos…
Después de transitar por senderos y carreteras tranquilas encontré finalmente y desgraciadamente la carretera principal del país que une la ciudad portuaria de Mombasa con Nairobi.
Mucho tráfico y conductores temerarios a los que parecía importarles muy poco la vida de los demás, especialmente la de este ciclista.
Con mi caballo de hierro tuve que saltar fuera de la carretera en más de una ocasión para evitar que algún conductor me llevara por delante al invadir mi carril en un adelantamiento, pero aun así, llegué feliz y pletórico a Nairobi.
En este video de Charly Sinewan podeis verlo sobre una moto.Imaginaros entonces con una bici…
Coincidió mi llegada con la de Barak Obama y la ciudad prometía ser un auténtico caos. Las extremas medidas de seguridad que se habían puesto en marcha para la visita del presidente americano colapsaron completamente la ciudad, y tuve miedo en volver a ser confundido con un terrorista ya que la amenaza más importante venía de los islamistas de la vecina Somalia, pero no fue así y me encontré con una ciudad civilizada y una policía fácil y amable.
La ciudad más allá de los suburbios tiene poco encanto y vida africana, donde la vida de esta ciudad se centra en algunos de los muchos centros comerciales donde pude disfrutar de los aires acondicionados y estanterías llenas de diferentes productos en los supermercados.
En las calles se veían infinidad de carteles dirigidos a Obama: “Bienvenido a casa” y cada movimiento de su visita fue televisada.
El último día vi a varias personas hipnotizadas mirando una televisión donde la imagen del Air Force One iba desapareciendo en el cielo a al despegar hacia su siguiente parad, Etiopía.
Los miraban con pena como su hijo predilecto volvía a abandonar su tierra.
En otro momento vi el emotivo y bonito discurso que dio Obama en la Universidad de Nairobi, y reconozco, que acabó cayéndome mejor este gran predicador.
Un discurso muy critico pero muy motivador, donde puso énfasis en acabar con la corrupción, la igualdad de la mujer y el desarrollo.
Noté una gran diferencia con el resto de países y vi en sus ciudadanos grandes ganas por mejorar, por crecer, por aprender, por desarrollarse.
Vi , por primera vez, esperanza en este continente que parece haber sido el resultado del empeño que se ha puesto en la educación.
“No podemos echar la culpa toda la vida a la colonización”-me dijo un estudiante.
Y después de unos días de comodidades y despedirme de Charly continué hacia el este, dirección Uganda.
One thought on “Nairobi”
Buenas fotos Javier, sólo por casualidad ¿que Nikon tienes?.
Que disfrutes por Uganda.
Un abrazo.