Bye bye Nigeria
A la mañana siguiente cogimos un coche que nos acercaba directos hasta la frontera. Ese tramo es malamente conocido por tener a la policía más descaradamente corrupta del país.
Veo Lagos de día y me parece más feo que de noche pero el ambiente parece menos hostil. Al pasar un puente se pueden observar unas fabelas sobre el agua.Lo llaman la Venecia africana.
Como un bebé en una mecedora se me cierran los ojos y los vuelvo a abrir cuando un policía de malas maneras golpea la ventanilla.
-¡Documentación!
Maldito cabrón, -pienso para mis adentros deseando que me hubiera despertado con un zumo de naranja recién exprimido
Le enseño el pasaporte y al ver que ha caducado mi visado se le iluminan los ojos.
-Estás en un serio problema. Tu visado ha caducado.
-No, en la página de atrás esta la extensión -digo con toda serenidad mientras noto su desilusión.
-Bueno, ¿no tienes un regalo para mi?
Mientras, ordena parar al conductor que tenía ya intenciones de seguir.
Parece que ha sido fácil pero 20 metros después otro policía al ver a dos blancos dentro del coche parece abalanzarse sobre nosotros para darnos el alto.
No somos los únicos y hay muchos coches parados con sus conductores fuera negociando con alguno de los policías detrás de un camión.
Ven que tenemos todo en orden pero han encontrado algo que el conductor no tiene en regla.
Lo bajan del coche mientras un policía que hace de bueno nos dice que no tiene los papeles en orden y es peligroso. Están ejerciendo su labor.
Se sienta un policía al volante y se pone a conducir. Estamos completamente asombrados al ver que ha dado media vuelta y estamos volviendo hacia Lagos.
¡¡¡Noooooooo!!!¡¡Esto una pesadilla!! ¡¡Nigeria es como un agujero negro imposible salir de él!!
-No os preocupéis, vamos a comisaría y en un rato vuelve vuestro conductor y podréis continuar.
En frente de la comisaria buscamos otro coche que nos acercara de nuevo a la frontera.
Tendríamos que volver a re-negociar precios desorbitados
Pero nos paró una persona normal. Era honrado.
Nos dijo el precio justo y parecía imposible que fuera todo tan fácil.
Volvimos a pasar el mismo control y saludamos al policía como si fuéramos amigos del “cole”.
Ahora la mayoría de controles parecían estar en la otra dirección. Suerte que nuestro viaje era solo de ida para no regresar jamás.
Pasamos otro control y parecía que no nos iban a dar el alto hasta que en el último momento uno de los policías nos ve a dos blancos sentados dentro del coche, y en un movimiento torpe levantando su kalashnikov mientras parece que baila la jota, nos da el alto en el último momento.
Comprueba todos los papeles del coche y parecen estar en orden.Comprueba el numero de serie del motor y los parabrisas no sea que no vayan a funcionar.
Abre el maletero y me hace abrir la caja donde tengo metidas las alforjas, las cuales me hace vaciar.
Al ver mi ordenador me pide el recibo.
-No lo tengo -digo confundido por no entender muy bien la situación-.Lo compré hace ya mucho en España.
Se echa el portátil bajo el brazo mientras se aleja.
-Tampoco tengo el recibo de mi camiseta -digo en tono humorístico para intentar negociar.
-Ya, pero sin el recibo no te puedo dar el ordenador.
Entonces, saco LA CARTA DEL OBISPO, que esta vez parece no funcionar.
Octavi sale del coche y otro policía barrigón le pregunta en un inglés poco entendible por qué los católicos rezan a la Virgen María y que Jesús tiene que estar enfadado.
De repente veo a Octavi rezando en catalán el Padre nuestro.
La situación es del todo surrealista.
Estamos a tan solo 10 km de la frontera pero da la sensación que está el atlántico de por medio.
Saco el móvil.-Un segundo, que llamo a la embajada y ellos mandan alguien para que vengan a solucionar esto.
-No, no hace falta. Os dejamos ir porque somos buenos cristianos.
Subidos en el coche el conductor muestra su indignación.
-Son unos ladrones -dice.
Siento pena por los pobres ciudadanos que tienen que lidiar con esto cada día y digo:-Tienen que ser ricos con todo el dinero que roban a la gente.
-Esa gente nunca será rica. Nunca verán el verdadero valor de las cosas cuando se lo ganan de esta manera. Una persona rica es aquella que con su propio sudor se gana honradamente la vida y conocen el verdadero valor del dinero. Ellos nunca estarán satisfechos ni felices.
Estas son las palabras de la última persona que iba a conocer en Nigeria. Algo que hizo acordarme de toda la gente maravillosa que me he cruzado en este país, donde lo más bonito ha sido sin duda haberlos conocido. Desgraciadamente no todos fueron buenos, pero si la gran mayoría.
Finalmente llegamos a la frontera mientras se abalanzan todo tipo de personas sobre nosotros para llevar nuestro equipaje.
No quería saber nada de nadie y salir de esta pesadilla que se estaba haciendo demasiado larga.
Me echo la caja de cartón sobre la cabeza y con bastante menos estilo y equilibrio que los africanos, camino los últimos dos cientos metros ante la atenta mirada de los allí presentes, que parecen no entender muy bien la estampa de un hombre blanco pasando la frontera a pie mientras carga con una caja sobre la cabeza.
Fue cruzar a Benín y todo había cambiado. El aire parecía ser diferente y el ambiente más relajado y agradable.
Cambié las últimas Nairas a un hombre que tenía cara de tan buena gente que me dieron ganas de darle un abrazo.
Algo había cambiado drásticamente de un lado a otro de la frontera.
De nuevo en un coche y al pasar el primer control en Benin fuimos recibidos por un policía normal que tan solo comprobó nuestros pasaportes y nos los devolvió sin más.
Entonces pude resoplar fuerte y disfrutar de esa hermosa sensación al quitarte un gran peso de encima.
Disfrutaba al mirar atrás y ver que acababa de pasar la última página de este capítulo que en algún momento, reconozco, se me hizo interminable.
Bye bye Nigeria.
Dar las GRACIAS a toda la gente que me ha ayudado en Nigeria.Desde el obispo a los sacerdotes que me acogieron en las parroquias, la gente que me invitó a sus casas,a los que me ofrecieron agua,al policía que me salvó de la paranoica muchedumbre, y a todos aquellos que sintieron la obligación de protegerme y así lo hicieron.
Especialmente a mi gran amigo Babson, que sin conocerme me acogió en su casa más de un mes durante mis estancia en Calabar y desde el primer día me hizo sentir como en casa.
Y por supuesto dar las gracias Ambro,qué desde Jaén(ahora en Colombia) y desde que se encontró con mi blog no ha dejado de mostrarme siempre su apoyo y ha sido gracias a su empujoncito que el billete de avión de Benin a Camerún no ha sido un problema.