Browsed by
Category: Congo

De Congo a Congo

De Congo a Congo

A toda costa quería evitar cruzar el río Congo por su lado más transitado y hostil.El que conecta las capitales de ambos países,Brazzaville y Kinshasa.

De Brazzaville había escuchado cosas agradables, no así de Kinshasa, una de las ciudades con peor fama de todo el continente, junto con la ciudad de Lagos en Nigeria.

Debido a mi larga e inesperada espera en la frontera de Nigeria,mi visado para la R.D.Congo había caducado hacía varias semanas,  y sin más páginas libres en el pasaporte no tuve otra opción que remover la tinta y escribir  una nueva fecha.

El resultado no fue del todo malo pero cruzar un puesto fronterizo principal con un visado falsificado exactamente donde se encuentra la mayoría de oficiales de inmigración de uno de los países más corruptos del mundo era algo que prefería evitar ,y me decanté en cruzar el río por un remoto e inhóspito lugar unos 200km al norte de la capital,donde las aguas del río Kasai son tragadas por el río Congo.

Me quedaban todavía más de 100km por la impecable  y tranquila carretera donde la selva había desaparecido completamente y la única vegetación ahora eran hierbas altas y escasos arboles…

_DSC1987

El paisaje había cambiado completamente,y paré en un puente a apreciar el paisaje a la vez que hacer unas fotos.

Mala suerte que en ese río debía haber una base militar, y me di cuenta al  escuchar el trote de dos policías con sus kalashnikovs que se acercaban hacia mi de modo muy hostil entre gritos y amenazas.

Me confiscaron la cámara.

“Ahora tenemos que enviarla a la capital para que analicen las fotografías. Esta es un área sensible”

No es la primera vez que sospechan que soy un espía.

En África estoy acostumbrado a ser confundido con las cosas más absurdas. He sido vendedor ambulante,  terrorista de Boko Haram, misionero y un geógrafo trabajando en un experimento de mapas.

Sin darme cuenta acabaron grabándome con su móvil mientras les dedicaba unas palabras de agradecimiento.

La historia de dar la vuelta al mundo en bicicleta suele parecer extraña ,pero si te acaban creyendo suele estar a tu  favor ya que dan por hecho que nuestro gobierno esta detrás de nosotros y nos vigilan con satélites

Al ver también que no tenía intención de pagar ni un solo franco ,decidieron devolverme la cámara entre risas y preguntas sobre el Real Madrid y  el Barcelona o si Cristiano Ronaldo era mi amigo.

También puede ayudar  mencionarles lo mala que es la policía en los países vecinos, no así los del país en el que estas de visita.

En un silencioso cruce sin gente antes de abandonar las comodidades del asfalto y de nuevo sumergirme en la diversión del barro,paré en una casa a pedir agua y terminaron por invitarme a comer…

_DSC1981

Por una terrible pista fangosa  tardé casi 3 días en recorrer los 90 km que me separaban del majestuoso río Congo.

En una pequeña aldea a mitad de camino pasé la nochebuena…

_DSC1803

…y después de una larga jornada sin comer me había reservado el ultimo aguacate para la ocasión.

Macarrones con aguacate,ajo y miel.Una de las cenas de nochebuena más exquisitas,económicas y ,en este caso, única opción en el menú que no fuera mañoca….

_DSC2047

…ademas de apropiada para una persona que se le acaba de caer un empaste y esta a meses de tener acceso al dentista.

El día del encuentro con “El Río” (en francés Le fleuve, que es cómo se le conoce aquí)sentí esa sensación de haber hecho algo que verdaderamente merece la pena y gratificante,  justo en el momento que a la vez que el camino se convertía en un barranco, a lo lejos pude ver por primera vez el segundo río más grande del mundo.

Tan grande que diez kilómetros mar adentro en su desembocadura el agua del mar todavía es dulce.

Pero no es solo en lo geográfico que este río es  grandioso.Es un lugar que al mismo tiempo evoca pasión y respeto.Vida y muerte.

La cuenca del río Congo con su diversidad y sus riquezas.Las guerras interminables que azotan sus tierras.

La oscura y triste historia de la colonización  tuvo  origen en sus aguas.

Y después de toda la literatura que había leído sobre “El Río”,encontrarme frente a él fue saber de antemano con lo que me iba a encontrar, Aunque la imagen que tenía de él era algo tenebrosa,fue  como si de  un río grande cualquiera se tratara.Un río más.

No fue hasta más tarde  que vi la vida de “El Río” que entonces aprecié su verdadera majestuosidad.

_DSC2109

A lo lejos pude ver el reflejo de los tejados de chapa de Ngabe, ante el  río Congo, y en la otra orilla uno de los países que más fascinación y respeto ha despertado en mí: La República Democrática del Congo.La que no es ni democrática ni república.

Recorría los primeros metros en el pueblo empujando la bicicleta sobre una fina arena ante la atenta mirada de los paisanos cuando un hombre se acercó corriendo  indicándome  que con urgencia debía presentarme ante   “El policía”.

Me señaló un edifico medio en ruinas  donde pude ver a un hombre levantando la mano.

“¿Que hago ahí?¿Por que no quiero cruzar por Kinshasa?¿Que motivos han traído a este hombre blanco en esta extraña bicicleta al pueblo de Ngabe? Algo raro esta tramando este hombre blanco…”

A lo largo del camino me habían informado de la facilidad de cruzar el río por Ngabe, donde había un enorme mercado plagado de aguacates y pescado.

En el mercado no vi mas que pasta de dientes, montoncitos de sal y mucha mañoca, y lo más parecido a un vegetal fue un tomate arrugado y podrido.

-¿No teneis aguacates?

-No, en este pueblo no hay.

El policía me informó que la frontera estaba cerrada y me iba a ser imposible cruzar.

En el último encontronazo diplomático ambos países expulsaron a los ciudadanos del país vecino de muy malas maneras y muchos murieron en las aguas del río.

Pero en África siempre hay una solución. Solo tienes que buscar y tener mucha paciencia para que aparezca. En mi caso no tardó en aparecer. Se llamaba Suleiman,era pescador y  la única persona que se atrevía a cruzar el río.

Una vez encontrado transporte solo tuve que prepararme para el siguiente problema: Formalizar la salida.

Tardé un par de horas en encontrar al oficial de inmigración, y este tardó otra hora en encontrar las llaves de la oficina…

_DSC2116

…un pequeño cuarto detrás de la única tienda que, al igual que en toda África del oeste ,suele ser regentada por un mauritano…

_DSC2117

Después de escribir mis datos sobre una hoja arrugada y sucia,ya dentro de la oficina…

_DSC2120

…abrió el cajón de la mesa y exclamó:

-¡Otra vez!

-¿Qué pasa?

-¡Qué se ha vuelto a llevar el sello!

-¿Quién?

-El Jefe, que se ha ido de vacaciones a Brazzaville.

-¿Y no hay otro sello?

-No.

-¿Y sus hijos o mujer están aquí? A lo mejor saben dónde tiene el sello ¿No podemos llamarle?

-No tengo saldo.

Compro saldo en la tienda de Abdul,el mauritano, y entonces cae en la cuenta que  no tiene batería.

Mandamos a alguien para que nos presten  una batería cargada.

Por fin conseguimos contactar con el jefe de inmigración que disfruta de unas vacaciones junto con el sello y su familia  en Brazzaville.

Le explico mi situación a lo que me contesta con toda serenidad.

-No hay problema. Espera que en dos semanas estoy de vuelta y así puedo conocerte.

 

¡Perfecto!Ahora tenía que salir clandestinamente de un país, con un visado falsificado para entrar en otro, y no hablamos de un país normal, sino de la República Democrática del Congo.

“¡¡¡Vámonos Suleiman antes de que se haga de noche o nos pille la tormenta!!!”

_DSC2266

 

De la selva a la sabana.

De la selva a la sabana.

Seguía avanzando por la selva disfrutando de la sombra de sus árboles y el ruido del viento sobre sus ramas más altas.

Tardé varios días más en alcanzar la carretera principal.Un oasis de tierra roja prensada todavía en construcción -por una empresa china- por donde avanzar era tan fácil que los kilómetros parecían más cortos, aunque los días más largos.

La distancia que me separaba de la vegetación no eran más que unos pocos metros, pero esa plena armonía con la exuberante naturaleza de los últimos días había desaparecido casi por completo.

Se agradecía de todas formas avanzar más rápidamente.

Con intención de llegar a  la Cuvette occidental,la región más inhóspita de la República del Congo(no confundir con el otro Congo, el que se hace llamar democrático y no lo es.) ,  mi mapa señalaba un pequeño sendero que por unos 200km recorrería paralelo la frontera con Gabón hasta llegar al parque nacional de Odzala.

Una región donde el ébola es endémico y  en una de las últimas epidemias redujo las poblaciones de gorilas en un 90%, con su posterior contagio a la población humana….

_DSC1835

Tuve la suerte de cruzarme con unos eco-guards,un grupo paramilitar que lucha contra la caza furtiva de varias especies protegidas, especialmente  elefantes y primates, me avisaron que por ese sendero “ya no pasan ni los pigmeos”

No tuve más opción que continuar  unos 700km por esa nueva y recién estrenada carretera la cual disponía entera para mi.

Los pocos vehículos que pasaban por ellas eran de trabajadores chinos, que no saludaban  pero me guiñaban con los dos ojos al verme pasar.

En un país algo más grande que España y con tan solo 4 millones de habitantes, de los cuales casi la mitad vive en la capital Brazzaville, las distancias entre poblaciones eran enormes.

La gente en los poblados era agradable ,muy respetuosa y muy hospitalaria.

Por la desértica carretera podía escuchar el canto de los pájaros  y en una ocasión el grito avisando de mi presencia por un grupo de chimpancés, que desde un árbol contestaban a mis gritos en un intento de comunicarme con ellos. Sobre el asfalto pisadas, y boñigas, frescas de elefante.

El paisaje selvático después de algo más de 1000km recorridos comenzaba a hacerse  monótono y aburrido,pero fue cruzar la línea del ecuador y el paisaje cambió drásticamente.

Llegaba así a la sabana ecuatorial…

_DSC1996

…donde los espacios cerrados  de verde oscuro de la selva eran ahora  grandes espacios de verdes claros…

Desde los altos volvía apreciar la inmensidad del paisaje al no estar escondida por la vegetación…

_DSC1948 copy

No había sombra que protegiera del sol ,y con el paso de los días la humedad se acumulaba al igual que el calor, hasta que un gran torrencial de agua volvía a bajar las temperaturas y así vuelta a empezar.

Me despedía así de los ultimos pueblos de pigmeos.Este fascinante grupo étnico capaz de vivir en uno de los terrenos más hostiles del planeta:la selva.

_DSC1793 800px

Han sido capaz de resistir casi intactos a la influencia de otras culturas.

Cazadores y recolectores han sabido mantener su amplio conocimiento de la selva generación tras generación, aprovechando así toda la riqueza de su entorno: desde medicinas tradicionales a técnicas de caza.

Otros han sido absorbidos poco a poco con la llegada del “progreso”, y han dejado la vida tradicional por vidas más “modernas” abandonando su rica cultura.A estos no es difíciles verlos desde por la mañana completamente ebrios trabajando en la recolecta del cacao.

Fácil de reconocer no solo por su pequeña estatura , sus manos y pies enormes, sino por sus afilados y limados dientes perfectos para comer carne.

Llegué al cruce donde debía girar al oeste con intención de rodear el parque nacional de Odzala con la esperanza de cruzarme con algún animal salvaje.

Los precios del parque quedaban fuera de mi alcance. Una noche alojado dentro del parque suponía mi presupuesto de medio año:1000 euros.

Aquellos turistas que pueden permitírselo suelen ser los que llegan en avioneta, no en bicicleta.

A medida que avanzaba hacia el parque por caminos de tierra y arena volvía a cruzar  la línea del ecuador, y la sabana se repartía mis horas del día  con espacios de selva.

Por estas tierras la dieta se limita a  mañoca. No es que en el resto de África haya mucha variedad, pero era ahora el único alimento disponible en muchos días este insípido tubérculo cocinado en hojas haciendo una especie de masa dura que funciona como  tapón intestinal. En los pueblos en vez de pedirme medicamentos para malaria u otras enfermedades me pedían para el estreñimiento.

Más tarde vi en un taller como también lo usan para reparar  neumáticos.

Pedaleando lentamente sin perder el equilibrio sobre la arena eché de menos mis días en Londres donde en cada esquina había un lugar donde comerse un grasiento kebab.

En ese momento noté una mancha negra en medio del camino y cuando levanté la vista de frente me encontré con un gorila que intentaba cruzar el mismo camino, y al igual que yo parecía sorprendido y asustado.

¡Quien es ese tipo tan blanco sobre esa moto que no hace ruido!

A escasos 5 metros  cruzamos las miradas mientras empezaba a gritar a la vez que salía corriendo para escabullirse en la vegetación.

En un suspiro regresé  del restaurante de kebabs de Londres donde se encontraba mi mente.

Me costaba entender la situación. ¿Un gorila?¿Me acabo de cruzar con un gorila?

Si hubiera sido en bajada con más velocidad me hubiera chocado con él.

Y me entró la risa.

Desde la vegetación escuché el movimiento de las ramas mientras el sonido del gorila desaparecía entre la selva.

_DSC1837 copy

Al rato llegué al pueblo donde se situa la entrada y oficinas del parque y tuve la gran suerte de conocer a Erik,el director, que  desde  el primer momento  no dudó en ofrecerme su ayuda.

Al día siguiente estaba durmiendo en uno de los hoteles dentro del parque…

_DSC1861 copy

Mi primera noche en una cama en los últimos dos meses.

Lo que mas llamó mi atención no era el diseño ni la localización insuperable, sino cosas tan sencillas como el agua corriente y una bombilla encendida iluminando la oscuridad.

En la noche se podían distinguir a los elefantes junto a sus crías acercarse a unas salinas a beber agua.

Para volver  por el camino me crucé con una hiena y varios búfalos salvajes.

¡Bienvenidos al Congo!

¡Bienvenidos al Congo!

La barca se balancea de un lado a otro mientras ayudado por otras dos personas cargo la bicicleta.

La tierra anaranjada se mezcla con el agua marrón y verdoso del río, mientras mis pies descalzos se hunden en el barro a la vez que hago el ultimo esfuerzo para subir la bicicleta.

Inhalando el humo que sale  del ruidoso motor nos ponemos en marcha esquivando las ultimas ramas antes de llegar a las aguas más profundas del río…

_DSC1252

…navegando contra corriente buscamos la otra orilla,  del lado del Congo, para llegar hasta Bolozo, donde se encuentra la caseta de inmigración.

Las vistas del río son impresionantes…

_DSC1259

En los países de África central , o África en general, las personas que trabajan con la burocracia suelen ser los obstáculos más grandes con los que hay que lidiar.El oficial de inmigración en Camerún  hacía unos minutos me había exigido los papeles de la bici, un certificado del ébola y dinero para sellar el pasaporte.Me fue difícil, pero conseguí salir del país sin aportar un solo céntimo a la corrupción.

Del otro lado de la frontera la historia fue bien diferente.

Después de sufrir para subir una empinada rampa de arena arcillosa, el oficial de inmigración vestido con la camiseta del Barcelona me esperaba con una gran sonrisa.Sorprendido al verme llegar en bicicleta me guía hacia una caseta que hace de oficina de inmigración.

Dentro,una enfermera se acercó con una pistolita-termómetro y tras tomarme la temperatura me dio el visto bueno.

-Estas bien.Tienes 24 ºC.

_DSC1271 copy

Mientras apuntan mis datos sobre un papel arrugado y bajo la atenta mirada del presidente en un poster medio caido,me indica cuidadosamente por el camino que no debo tomar ya que en época de lluvias es intransitable.

Nos despedimos y sin más me encontraba ya dentro de la República del Congo con la que puede haber sido la frontera más agradables y fácil  en mucho tiempo.

Me dirijo por el camino que me había indicado de no ir, y rodeado de naturaleza paro a hacerme unas fotos con los primeros charcos.

¡Que bonito!-pienso para mis adentros.

A medida que avanzaba en el camino la vegetación se volvía más densa y el camino más estrecho…

_DSC1451 copy

No dejaba de llover y el barro hacía ahora de suelo en el camino. Resbaladizo como la arcilla mojada en más de una ocasión fui a parar de cabeza en la vegetación.

Después de cada caída tocaba levantarse con cada vez más arañazos.

Pasaban las horas y comenzaba a anochecer pero yo seguía sin ver una sola aldea.

Cerca del ecuador no existen esas horas  de transito entre el día y la noche.En un abrir y cerrar de ojos uno se encuentra sumido en la oscuridad cuando minutos antes todavía era de día.

Con la luz de la bicicleta seguía avanzando en la selva y en el cielo podía ver ahora algunos claros con estrellas.

_DSC1602

Los ruidos se multiplicaban y sin saber muy bien la procedencia de entre la oscuridad llegan sonidos muy extraños.

Uno  especialmente desagradable acompañaba las primera horas de la noche.Un grito terrorífico.

Tengo que tener mucho cuidado con los animales e intentaba hacer el mayor ruido posible para mantenerlos alejados y evitar un encuentro fortuito con alguno de ellos.En esta parte del Congo abundan los elefantes, los gorilas, las panteras y las serpientes.

Dos horas mas tarde me encontré con las primeras casas.Estaba exhausto.

Me di cuenta no por la luz sino por la música proveniente de una de ellas.A esas horas todavía no se habían agotado las pilas del radiocasete.

Después de una larga jornada pude así descansar.Había recorrido desde la mañana tan solo 30km!

Ya por la mañana había amanecido lloviendo   y me avisaron que el camino que tenía por delante era mucho peor que el del día anterior.

Pregunto por los gritos provenientes de la selva durante la noche y me dicen que son los espíritus malignos.El diablo.

Días más tarde me enteré que es un marsupial que hace esos ruidos tan desagradables y aterradores cuando baja de los árboles.

En el camino me encontré con algunas personas…

_DSC1529

…y varias aldeas de pigmeos…

_DSC1480

_DSC1618

…pero llevaban razón en que el camino estaba en mucho peor estado…

selvacongo

Con tanto barro las zapatas de los frenos se habían consumido y en las bajadas  tocaba bajarme de la bicicleta y frenar con las piernas.

Sin darme cuenta llegué a un punto con arenas movedizas…

_DSC1538

Sacar la bicicleta de ellas me fue tan difícil que cada intento de levantar  la bici lo acompañaba de un grito de desesperación.

Finalmente pude avanzar dejando el camino y atrevesando por  la vegetación cortando las ramas, y quitando las alforjas pude avanzar por partes.

Al dejar atrás ese tramo no pude evitar reírme y sentir plenitud en estado puro.Me imaginaba desde arriba,yo allí en medio, rodeado de la más frondosa vegetación, en la selva de la cuenca del río Congo…

Sin título copy

Me costó pero finalmente llegué al tramo donde el camino parecía más transitable y las aldeas eran más grandes.

A llegar la aldea miré mis pies y parecía que acaba de salir de un Spa en el que te cubres de barro y esperas a que se seque para tonificar la piel…

_DSC1552

La gente se quedaba atónita al ver a aquel blanco cubierto de barro y sudor ,empujando una bicicleta aparecer entre la selva.

Pedí permiso al jefe de la aldea para dormir en su aldea y sin ningún problema me buscó un sitio donde dormir y un poco de agua para lavarme.

Me trajeron mañoca para cenar, y pusieron la radio a todo volumen con música lingala hasta que se agotaron las pilas de fabricación chinas,que por suerte no fue mucho tiempo.

Al día siguiente con un brillante sol en el cielo pude lavar la ropa y secarla al sol, mientras los niños me mostraban orgullosos sus bicicletas “Made in la selva”..

_DSC1583